Un ZAGAL es un niño y mi historia comienza con los niños, cuando el 18 de Marzo de 1.980 mi madre y mi tía abren esta tienda con toda la ilusión y ganas de preocuparse por el crecimiento correcto y feliz de los más pequeños de la casa.
Digo tienda, pero en realidad es mucho más ya que emana esfuerzo y dedicación, es una vida dedicada al calzado.
Hacemos parte de los muestrarios con fabricantes nacionales, valorando y seleccionando los mejores modelos, pieles, suelas y adornos, todo ello para los niños, porque sabemos lo que necesitan, lo que quieren y lo que les ayuda a caminar seguros y con confianza.
Cambian las temporadas, evolucionan los diseños, pero seguimos con la misma vocación, buscando la felicidad de los niños y la confianza y tranquilidad de sus padres. Viajamos a ferias nacionales e internacionales para aprender y descubrir las novedades de cada temporada.
Poco a poco nosotras también hemos ido creciendo, en tamaño y en experiencia y ahora nuestra oferta de calzado va dirigida a toda la familia: hijos, padres y abuelos con espíritu joven, que aprecian la calidad y los bonitos y exclusivos diseños.
Y por último os voy a hablar de los caballos, signo de identidad nuestro, animales fuertes, alegres y sociales que saben cuidar de sus potrillos. Mi tío les pintó en un mural precioso hace más de 40 años y así lo conservamos.
Somos gente de mantener las tradiciones, las de nuestra ciudad y las de nuestra tierra: San Froilán, San Juan, Navidad y Semana Santa.
Esta es mi historia, nuestra historia, la vuestra.